Quizá todos recordemos cuando en la primaria, en la clase de música, nos hacían tocar infamemente una y otra vez la oda a la alegría, ya fuera en flauta dulce o melódica, si si do re re do si la sol sol, una melodía sencilla pero pegajosa que nos aprendíamos de memoria para el examen o recital y que después de masacrarla decidíamos archivarla en nuestros recuerdos o algunas veces, olvidarla para siempre.
Curiosamente esa melodía tan sencilla pertenece a una de las mas grandes obras hechas por el hombre, la novena sinfonía de Beethoven.
Compuesta durante la efervescencia del Sturm und Drang, movimiento cultural que anticipaba los ideales que mas tarde marcarían el romanticismo. esta sinfonía representa la ruptura del riguroso racionalismo que imperaba en la época y hace un llamado a la libertad y a la fraternidad.
En su movimiento mas conocido, el cuarto o coral, Beethoven impresiona al romper con los modelos de la sinfonía tradicional y utilizando un poema que Friedrich von Schiller escribio en 1785, construye un himno que celebra la alegría en su mas fiel representacion.
Compuesta durante la efervescencia del Sturm und Drang, movimiento cultural que anticipaba los ideales que mas tarde marcarían el romanticismo. esta sinfonía representa la ruptura del riguroso racionalismo que imperaba en la época y hace un llamado a la libertad y a la fraternidad.
En su movimiento mas conocido, el cuarto o coral, Beethoven impresiona al romper con los modelos de la sinfonía tradicional y utilizando un poema que Friedrich von Schiller escribio en 1785, construye un himno que celebra la alegría en su mas fiel representacion.
- O Freunde, nicht diese Töne!
- Sondern laßt uns angenehmere anstimmen,
- und freudenvollere.
- Freude!
- Oh amigos, este tono no!
- Mejor prorrumpamos más agradable
- y alegremente.
- Alegría!
Hoy que la escucho nuevamente, pienso en ella como una obra imprescindible.
A escuchar y Freude¡¡¡ para todos.
